Esta pandemia realmente ha cambiado diferentes patrones de conducta y convivencia, desde el 15 de marzo de este año 2020 la vida cambió para millones de peruanos y para el mundo entero; se hacieron evidentes las desigualdades y falta de oportunidades. La crisis que experimentamos nos esta pasando la factura a todos, con consecuencias que se verán también en el futuro de nuestros hijos. Sumado a esta crisis sanitaria, académica, económica, agravada aún más por la crisis politica, refleja que nuestros representantes no están a la altura de las cirscunstancias.
El escenario entonces, se vuelve todo un reto, para padres de familia, para los jóvenes que necesitan trabajo e independencia, para parejas de novios que desean formar una familia, para educar a nuestros hijos, comprar una casa, un departamente, asumir costos médicos como resultado de ésta gran crisis sanitaria y hasta para emprender en algún rubro.
En definitiva, el factor económico se torna aún más relevante pues constituye la fuente para sobresalir de esta difícil situación, sin embargo, es el sector más golpeado, dada la falta de trabajo de las grandes mayorías, con una cifra de 200 mil desempleos en nuestra región y la gran paralización de las actividades económicas, que ha hecho que, dada la falta de ingresos se tengan que postergar o anular responsabilidades escenciales, lo cual desencadena en la falta de atención a las necesidades básicas como alimentación, salud, en la frustración de no lograr continuar con la educación y con proyectos personales, que a su vez repercute en el aumento de la desigualdad en competencias de los pobladores de nuestra region, provincias, aun mas en nuestros distritos y centros poblados.
Frente a esto, nos toca promover uno de los ejes para afrontar la situación actual, es decir, el Emprendimiento, como soporte basado en la competitividad justa y de iguales oportunidades en la sociedad.
Con la reanudación de algunas actividades en Lambayeque, algunos jovenes y adultos se incorporaron a la actividad laboral, sin embargo aún existen más de 80 mil personas que se encuentran desempleadas, de las cuales el 60% se vio obligado a generar sus propios empleos. Ésta es una clara muestra de la capacidad de respuesta frente a las adversidades, propia de los emprendedores lambayecanos.
Las personas no nos rendimos, nos adaptamos a las situaciones, nos reinventamos, damos pie a nuevos negocios; y, si bien, esto ayudó a mantener nuestra economía, faltó más apoyo desde el Gobierno Nacional, Subnacional y Gobiernos Locales, pues el rol del Estado, debe ser de respaldo y no de ahuyentar las iniciativas del pequeño emprendedor. Lo mismo sucede con el “informal”o “ambulante” quien busca satisfacer sus necesidades básicas saliendo como puede a “vender sus productos”, al cual el Estado debe conducir con herramientas concretas y de acercamiento hacia la formalidad.
Al mismo tiempo, existe una falta de preparación en cuanto a virtualidad, tecnología, marketing digital, ventas en línea, por la cual muchos emprendedores al no alinearse con estos nuevos paradigmas, perdieron; por lo que se hace necesario atacar frontalmente la falta de conectividad en cobertura, acceso y uso.
El estado peruano ha invertido en soporte en redes y conectividad, US$ 325 millones de dólares, de los cuales 59.2 millones se invirtió en Lambayeque. Esa red dorsal de fibra óptica, debería de proveer Internet con banda ancha a más de 1,500 distritos (el 82% del total, sobre todo rural) y permitir que millones de usuarios, eleven su productividad y competitividad. Sin embargo, su pleno desarrollo y, sobre todo, el acceso a las zonas rurales está trabado por problemas de diseño y temas regulatorios.
Como sociedad civil nos corresponde estar expectantes de dicha ejecución, de su eficiencia y su respectivo impacto en nuestro territorio con alcances a aquellas zonas alejadas en las que no se cuenta con el acceso a Internet, partiendo del hecho de que el capital invertido constituye el patrimonio de los ciudadanos en general y que eliminará las brechas de acceso, cobertura y uso.
Es importante saber que hoy en día, el Internet sirve para impulsar el desarrollo de toda actividad académica, productiva, comercial, de salud y prevención y fundamentalmente refuerza en nuevos alcances a la agricultura, ganadería y engrandece al turismo, el cual es un sector que tiene gran potencial en Lambayeque y en el que debemos incursionar con mayor énfasis, sin embargo, en este momento es uno de los sectores más golpeados.