Qué piensa José Henrry

¿Qué está pensando José Henrry?

Si hay dos palabras que debemos resaltar de todo lo acontecido últimamente, éstas serían DIÁLOGO y EMPATÍA. Ambas, sumamente necesarias pero ausentes en una situación que desencadenó finalmente consecuencias nefastas. Si algo también tuviera que agregar, sería la frase tan trillada estas semanas: “no me representas”.

¿En qué momento ya no hubo representación si éstos “representantes” fueron elegidos por nosotros?

La representación implica la personificación del pueblo a través de un individuo que transmite toda expresión libre y clamor popular, implica “ser parte de”; requiere de una cercanía y conversación perenne; implica el involucrarse en la situación en la que se encuentra la población en todos sus ámbitos para que haya una búsqueda real de soluciones.

¿Difícil?…

Sí, para quienes no han entendido el propósito del diálogo y la empatía, es decir para quienes solamente buscan sus intereses personales, mientras se olvidan de su función de ser portavoz de cada uno de nosotros. Además, para aquellos que han vivido fuera de realidades extremas y no han sido víctimas de las carencias y las injusticias de la vida.

Y no, para aquellos cuyas vivencias se ven reflejadas en las distintas verdades de las personas, en sus necesidades, para quienes tienen contacto permanente con grupos de diferentes condiciones y realidades, para quienes hemos surgido de hogares pujantes y hemos luchado para salir adelante por nuestros propios medios. Para nosotros Los Emprendedores, el diálogo no es algo ajeno ni difícil, y la empatía no es percibida como un concepto que debamos aprender e introducir forzadamente en nuestro proceder, simplemente es un reflejo natural de nuestra actitud diaria con el prójimo, con quienes nos sentimos identificados.

Es en este momento en el que la frase “me representas” cobra sentido, pues toda vez en la que estamos inmersos en las situaciones distintas de las personas, y procedemos con nuestras actitudes a buscar juntos soluciones, estamos involucrándonos y siendo transmisores y gestores de mejora, estamos siendo realmente “representantes y representados”.

Pienso que somos muchos los que podemos ser “representantes” y a la vez “modelos” a seguir. La situación en la que vive nuestro país se ha convertido en un gran reto para todos los Emprendedores Lambayecanos, quienes queremos surgir y los llamados para formar parte de un gran impulso, en especial, los jóvenes, quienes estamos abiertos al diálogo, quienes nos integramos de manera natural en la sociedad buscando aportar con nuestras ideas, quienes tenemos el espíritu del cambio personal y una lucha social emprendiendo, quienes deseamos sumar nuestras energías con el fin de ver a nuestra región levantarse de las diferentes crisis, empezando por uno mismo.

Somos esta nueva juventud quienes podemos “representar” uno a uno a nuestra gente, pues somos conocedores directos de las necesidades que reclama nuestra población, estamos abiertos al diálogo, poseemos el respaldo académico, el talento necesario y la valentía para ser gestores de cambios sustanciales para nuestra región Lambayeque, y, por ende, para nuestro país.

Desde ya, sabemos que la división de estos términos determina la pérdida de confianza y, por ende, la falta de representación, que es lo peor que podría existir si queremos conseguir beneficios para todos, y, por el contrario, aleja aún más a las personas.